Paco Montesinos es un paciente de Parkinson. Hace 8 años le implataron un par de electrodos en el interior de su cerebro con los que consigue superar su rigidez. Cuando el aparato se apaga, para una revisión rutinaria o si sucede por accidente, Paco vuelve al estado en que le deja la enfermedad.
jueves, 02/02/2012 - "Me siento como si fuera una escultura". Frente a nosotros, Paco Montesinos, de 58 años, acaba de quedarse completamente inmóvil y apagado. No puede mover su cuerpo ni los ojos, apenas respira como si se tratara de un ciborg al que han apagado el interruptor. "Os aseguro que no está haciendo teatro", afirma su neuróloga, María José Catalán. Un instante después vuelve a "encenderlo".Paco tiene enfermedad de Parkinson y hace seis años fue sometido a una operación de implante de electrodos en el cerebro. El dispositivo estimula eléctricamente el núcleo subtalámico y compensa las funciones de la dopamina que su organismo ha dejado de generar. Los pacientes de Parkinson van perdiendo la denominada "sustancia negra" y este cambio genera todo el cuadro de síntomas de la enfermedad, desde la rigidez hasta los conocidos temblores.
La operación no sirve para todos los pacientes ni elimina más síntomas que la medicación. Se aplica en personas que no responden bien al tratamiento y en los que no han funcionado otras vías. Una vez operados, algunos pacientes como Paco, o Carmen, notan una mejoría extraordinaria que dura varios años, aunque en otros casos la mejora es pasajera.
Paco lleva una batería incorporada bajo la piel de su pecho. Su neuróloga le ha facilitado un mando a distancia de bolsillo que le permite "reiniciarse" si el estimulador se apaga por accidente, como ocurriría si pasa bajo el arco de seguridad de un aeropuerto. Periódicamente acude a la consulta para que su médico vuelva a colocar el estimulador en los parámetros correctos, que se van ajustando en función de cómo evolucionen sus síntomas.
Cuando la neuróloga conecta el estimulador de nuevo, Paco parece volver a la vida. Mueve los ojos y se recupera poco a poco del estado de rigidez en que le deja la enfermedad. Después, se levanta de la silla y sonríe. "El estado de la enfermedad es el que habéis visto".
Este vídeo forma parte del documental "El mal del cerebro".
Pincha aquí para ver el documental completo:
Ver documental "El mal del cerebro"
Fonte: La Informacion.es.
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