Estimulación Cerebral
07/12/2007 - (...) Cuando esta terapia comienza a ser ineficaz puede recurrirse a la cirugía. En esta intervención, se administrarán pulsos continuos de estimulación eléctrica del núcleo subtalámico, una porción del cerebro que degenera en esta enfermedad. Para ello, es necesario implantar un dispositivo mediante cirugía.Antes de la operación, se elabora un completo estudio del cerebro para intentar localizar el área exacta del núcleo subtalámico. A continuación, se coloca el arco estereotáxico sobre el enfermo, una estructura metálica que permite fijar las coordenadas precisas para la entrada en el cráneo, y el especialista hace una mínima incisión y perfora con una broca.
El paciente está sedado pero debe permanecer despierto para cooperar con los especialistas. Empieza la fase más complicada: la instalación del electrodo en el punto exacto del cerebro, a través de una cánula. Unos días después, se introduce la batería que suministrará energía a los electrodos. La configuración del campo eléctrico, que requiere numerosas pruebas hasta dar con la adecuada, reduce el exceso de actividad neuronal localizado en el núcleo subtalámico, una condición asociada al agravamiento de la enfermedad de Parkinson.
Estudios preliminares ya habían demostrado que este método era capaz de mejorar la sintomatología de los pacientes que habían fracasado con el tratamiento farmacológico convencional. Sin embargo, los resultados de un estudio con 156 pacientes menores de 75 años, publicado en la revista 'The New England Journal of Medicine', en agosto de 2006, fueron definitivos.
Tras seis meses de tratamiento, la mejora en calidad de vida de los pacientes con estimulación eléctrica fue claramente superior a la de los tratados de forma convencional. El modo de valorar los resultados (calidad de vida frente a la clásica valoración de la movilidad) da aún mayor crédito al estudio y coloca a la electroneuroestimulación como una modalidad plenamente aceptable, dentro del manejo del Parkinson resistente al tratamiento farmacológico.
El riesgo de complicaciones graves, incluida la hemorragia intracerebral en el momento de la colocación de los electrodos, es efectivamente real, tal y como reconocen los autores del ensayo. Sin embargo, en manos expertas, este peligro no debería ser inconveniente. Se debe tener en cuenta los claros beneficios para unos pacientes que, sin esta opción, estarían claramente invalidados e incapacitados para cualquier actividad social. Fonte: El Mundo Salud.
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