MÉXICO, D.F., junio 1 (EL UNIVERSAL).- Médicos de la Clínica de Trastornos de Movimiento, del Centro Médico ABC, en la Ciudad de México, realizan implantes de electrodos en el cerebro, conectados a una especie de marcapasos, para estimular las neuronas y lograr la recuperación de hasta 50% del control del movimiento en personas enfermas de
Parkinson.
Alfonso Arellano Reynoso, director de esta clínica ubicada en la sede Santa Fe, al poniente del Distrito Federal, explicó que este método de estimulación cerebral profunda se vale de una tecnología que funciona con baterías recargables, cada dos semanas, y que se ha probado que los pacientes pueden mejorar su calidad de vida hasta por 11 años.
El mal del
Parkinson es una enfermedad crónica y degenerativa del sistema nervioso, que se presenta como una alteración neurológica por causas aún desconocidas y afecta a la parte del cerebro encargada del control del movimiento, la coordinación, la destreza muscular e intelectual, de acuerdo con el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN).
Se trata del segundo trastorno mental más frecuente que afecta a mexicanos, después del mal del Alzheimer. Sus principales síntomas son temblor en el cuerpo, rigidez, lentitud, dificultad al caminar y hacer cualquier actividad.
De acuerdo con el Instituto, 50 de cada 100 mil mexicanos lo padecen. Según la Secretaría de Salud del Distrito Federal, en 2011, mil 203 personas murieron en el País por causas relacionadas con esta enfermedad; en el Distrito Federal los decesos fueron 116. El tratamiento para controlarlo se basa en medicamentos y rehabilitación física. Sin embargo, la tecnología empieza a tener un papel importante.
Estimulación profunda
El doctor Arellano Reynoso explicó que esta intervención médico tecnológica implica la introducción de dos electrodos —de cinco por tres por ocho milímetros de tamaño— en el hemisferio cerebral, que se conectan a un dispositivo tipo marcapasos a la altura de la clavícula. Todo, por debajo de la piel.
“A través de un sistema de telemetría, el neurólogo puede hacer ajustes en los parámetros del estimulador. Puede subir la intensidad del voltaje, modificar la frecuencia en Hertz y la duración de impulso, de tal manera que se adapta específicamente a las necesidades de cada paciente porque no todos requieren los mismos parámetros”, dijo.
Las 24 horas del día, los electrodos producen estimulación al cerebro y permiten al paciente controlar los movimientos que perdieron con el
Parkinson. Por las noches ayuda a que tenga el control suficiente para cambiar de posición al dormir por sí mismos como cualquier persona, pues suelen despertar varias veces en la noche para moverse.
El médico egresado de la UNAM y especializado en neurocirugía funcional con estudios en Francia, aseguró que las operaciones exitosas ayudan a los pacientes a regresar a su vida laboral y a retomar actividades deportivas como caminar, trotar y nadar.
Cirugía por beneficencia
Como parte de las características de operación del Centro Médico ABC, los programas quirúrgicos destinan 7% de sus ingresos para atender a pacientes de escasos recursos y sin seguridad social.
En el caso de esta nueva tecnología para contrarrestar la enfermedad del
Parkinson, la cirugía cuesta entre 800 mil y un millón de pesos. Sin embargo, con el programa de beneficencia se atiende sin costo a pacientes del INNN, dijo Alfonso Arellano.
La desventaja es que sólo tienen autorizadas cinco cirugías al año y en el Instituto hay una lista de espera de al menos 70 pacientes, algunos inscritos desde hace cinco años.
Según los avances, la operación se puede hacer a enfermos de hasta 70 años, sin importar el sexo, pero deben cumplir cinco criterios: tener el diagnóstico preciso de enfermedad de
Parkinson idiopática, no presentar alguna alteración estructural cerebral, por ejemplo tumores, infartos previos o malformaciones vasculares.
El tercero es que no tenga alteraciones cognitivas (capacidad intelectual), que emocionalmente esté estable y sin depresión severa o hiperactividad, y que presente buena respuesta a la Levodopa, principal medicamento que ingieren las personas enfermas de
Parkinson.
“Si un paciente cumple con estas condiciones previo diagnóstico de los especialistas, lo más probable es que tenga buen resultado, que la cirugía impacte su vida y es que no tenga efectos secundarios graves”, dijo Arellano.
Con la nueva tecnología, la operación dura entre ocho y diez horas, en las que el paciente permanece despierto, consiente y hasta puede hablar, pues se necesita su participación para medir el nivel de respuesta de la estimulación.
De acuerdo con Arellano, la operación permite que el paciente recupere hasta 50% el control de sus movimientos, disminuye el temblor, la rigidez y la lentitud en la marcha. Incluso, genera que deje de tomar hasta la mitad de medicamento que ingería antes de la cirugía.
Los pacientes jóvenes pueden retomar su actividad laboral y ayuda a restablecer las relaciones familiares.
Requisitos
Candidatos a operación:
Tener el diagnóstico preciso del mal del
Parkinson idiopático.
No presentar alteración estructural cerebral.
Que no tenga alteraciones cognitivas, ser emocionalmente estable y sin depresión severa.
Que presente buena respuesta a la Levodopa, principal medicamento que ingieren las personas enfermas de
Parkinson.
Tome en cuenta...
La enfermedad de
Parkinson es el segundo trastorno neurológico, después del Alzheimer.
Progresivo e incurable, más sí controlable, afecta a las personas a partir de los 55 años de edad.
De este padecimiento sólo se conoce con certeza que se debe a la muerte de neuronas en la zona del cerebro conocida como sustancia negra.
Sus efectos son, principalmente, los movimientos involuntarios de manos y pies, rigidez y lentificación que los obliga a arrastrar los pies.
Especialistas señalaron en el 2011 que alrededor de 500 mil personas en México sufrían de tal padecimiento. Fonte:
Vanguardia.mx.